La Resolución del Parlamento Europeo acerca del Informe de 2018 sobre Turquía fue adoptada durante la sesión Plenaria del Parlamento Europeo el 13 de marzo de 2019.

No atribuimos ningún valor a esta postura unilateral y de ninguna manera objetiva del Parlamento Europeo, cuando estamos en un período de aumento de nuestros esfuerzos comunes para que las relaciones entre Turquía y la UE retomen su camino y reanudar el proceso de reforma, mientras dejamos atrás el trauma del atroz intento de golpe de estado del 15 de julio. Por lo tanto, la resolución se considera sin sentido por nuestra parte.

Por otro lado, el alto número de votos en contra y de abstenciones indica que esta Resolución carece de una base sólida en el Parlamento Europeo que consiste de 751 miembros.

La adopción de este informe parcial e injusto durante el período de elecciones al Parlamento Europeo y justo antes de las elecciones locales en Turquía en particular, así como de la reunión del Consejo de Asociación Turquía-UE, el cual se celebrará casi después de cuatro años, contradice el respeto por las elecciones a la cual nos adherimos en Europa.

Nos parece preocupante para el futuro de la UE y nuestros valores comunes que los movimientos de extrema derecha e izquierda, que han empezado a dominar el Parlamento Europeo, hayan convertido este informe en un texto excluyente, discriminatorio y populista que no refleja la realidad. En lugar de alentar la eliminación de los obstáculos políticos al proceso de negociación, esta y otras iniciativas similares preparadas en cooperación con quienes se oponen a la integración europea y nuestros valores comunes, contradicen los valores representados por una institución de la UE.

La pertenencia a la UE es un objetivo estratégico para Turquía. El llamado a suspender las negociaciones de adhesión, que son el eje central de las relaciones entre Turquía y la UE, demuestra claramente que el Parlamento Europeo carece de una perspectiva visionaria y no respeta el principio de "pacta sunt servanda".

Además, la referencia hecha una vez más este año a la desafortunada evaluación del 15 de abril de 2015 del Parlamento Europeo adoptada sobre los eventos de 1915, que se basa en narrativas armenias unilaterales, refleja el carácter parcial y político de este informe.

Turquía, tras el levantamiento del estado de emergencia, ha demostrado su determinación para el proceso de reforma al reunir al Grupo de Acción para la Reforma por dos veces consecutivas, después de un intervalo de tres años. Seguiremos trabajando de manera decisiva en cooperación con la Unión Europea y el Consejo de Europa para garantizar los más altos estándares en materia de derechos y de libertades para nuestros ciudadanos, tal como ellos lo merecen.

El sistema presidencial de gobierno es el catalizador y la fuerza impulsora del proceso de reforma. Si bien tomamos medidas centradas en las reformas, como la actualización de la Estrategia de Reforma Judicial, la redacción del Plan de Acción sobre los Derechos Humanos y el progreso en el proceso de liberalización de visas, las denuncias infundadas a las cuale se hace referencia en el informe indican el enfoque contradictorio y prejuicioso del Parlamento Europeo.

En lugar de adoptar una postura en contra de Turquía, se espera que el Parlamento Europeo asuma un papel constructivo y alentador para apoyar objetivos tales como la liberalización de visas, que acercará a nuestros pueblos, y la actualización de la Unión Aduanera, que servirá para aumentar nuestra integración económica.

La postura del Parlamento Europeo sobre Turquía debería tener como objetivo desarrollar las relaciones, la interacción y el diálogo entre Turquía y la UE. Esperamos que el nuevo Parlamento Europeo, que se constituirá después de las elecciones de mayo, adopte un enfoque constructivo sobre las relaciones entre Turquía y la UE en el próximo período, tome decisiones calificadas y objetivas y promueva la integración de Turquía con la UE.